La ducha es otra de esas partes de sistemas de casa que se pueden atorar y generarte problemas si no sabes bien como solucionarlo. Sobre todo cuando no tienes bañera, sino que tienes un plato de ducha y te provoca pequeñas inundaciones en el cuarto de baño. Aquí te vamos a explicar cómo desatascar esos pequeños problemas tanto en el cabezal de la ducha como en los desagües. Además te daremos soluciones tanto con desatascadores como con productos de forma natural.
Cabezal de la ducha atorado
La ducha podemos verla atascado por dos partes bien diferentes. Por un lado en el cabezal y por otro en la parte inferior. Los atascos se pueden producir por diferentes motivos:
Si es por el cabezal, la mayoría de los atascos son por culpa del sarro, la cal u otras sustancias parecidas que el agua lleva y se van pegando a las paredes por donde pasa el agua. Puedes verlo en los pequeños agujeritos por donde pasa el agua que irán poco a poco haciendo que salga menos agua ya que los agujeros están taponados.
Gracias a los productos naturales podrás solucionarlo de forma más o menos sencilla. Pones a hervir en una olla con agua y vinagre y un poco de zumo de limón. Cuando haya hervido lo colocas en el cabezal de la ducha. Si el grifo de la ducha es de plástico déjalo enfriar unos minutos para que no rompa el plástico. Después de unos 15 o 20 minutos el problema quedará solucionado. Si ves que no ha quedado del todo bien, deberás hacer el proceso pero agujero por agujero.
Desagüe atorado
Este caso suele ser más habitual y los motivos están relacionados las actividades que se realizan como por ejemplo pelos o jabón incrustado. Este caso es más complicado si tienes plato de ducha ya que el riesgo de inundación del baño es más alto y puede ser muy molesto.
Si con productos más fuertes no eres capaz de eliminarlos, es hora de que cuentes con Desatoros Lidesa.
Primero probaremos con el desatascador, elemento básico para solucionarlo. Con el generamos un efecto de vacío con el que aspiramos y suelen salir restos que obstruyen la tubería.
Otra opción es con un alambre que sea fuerte y resistente para ver si, teniendo localizado el obstáculo, llegamos a alcanzar e intentar quitarlo. Tampoco es mala idea una percha de metal.